La Real Armada Británica masacra la milicia colonial en Lexington. Los colonos restantes chocan de nuevo con el Ejército Real de Concord, obligando a los británicos a retirarse a Boston. Ambas partes se preparan para una guerra inevitable y Sam Adams y John Hancock, junto con Benjamin Franklin, intentarán desesperadamente convencer al resto de los representantes del Congreso para apoyar su lucha por la independencia.