Durante el festival veraniego de Quebec, en Canaá, mucha gente se agolpaba para disfrutar de las actuaciones callejeras. El número estrella era el de una mujer que escupe fuego, pero la actuación no fue como estaba previsto. Un cambio de viento repentino hizo que el fuego cambiara su trayectoria y la artista saliera ardiendo. Gracias a la actuación heroica de un bombero, la mujer que estaba realizando el número saliera ilesa y sin ningún rasguño.