Momento destacado
La astuta estrategia que Glenn utiliza para la caza de alces en Alaska.
En Chandalar, a 105 kilómetros al norte del círculo polar ártico, vive solo Glenn Villeneuve. Sus vecinos más cercanos están muy lejos, pero eso a él no le importa. Le gusta la soledad y sobrevive cazando, trampeando y pescando.
Ahora que no hace tanto frío, la temperatura ronda los 2ºC, aprovecha la ocasión para ir a cazar un alce y almacenar carne para el frío y largo invierno.
Necesita hacerse con un alce macho que es el que tiene más grasa. Al comer tan pocos carbohidratos, es fundamental para Glenn alimentarse de grasa animal, así que, armando con un rifle y un cuchillo afilado, va en busca de unos de ellos.
Lo normal es tardar unos 10 días en cazar a un alce, pero, en esta ocasión, tiene suerte y en 5 días se hace con un buen ejemplar. Atraparlo no ha sido complicado. Ha caminado unos 40 kilómetros alrededor del lago y, acompañado de un asta de alce, ha conseguido engañar a un macho para que se acercara lo suficiente cerca de él para que su disparo fuera certero. Con el ejemplar que ha cazado, se asegura seis meses de comida. "Prefiero vivir cazando que comprando comida en la tienda", asegura Villeneuve.