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Andy Bassich aprovecha las buenas temperaturas para ir a cazar alces. Se desplazará 60 kilómetros por el río en busca de un buen ejemplar.
En Eagle vive Andy Bassich se prepara para cazar alces. Debe llevarse la tienda de campaña, el saco de dormir, algunos utensilios de cocina y comida.
Ahora que hace buen tiempo, Bassich debe aprovechar para conseguir carne roja porque, cuando llega el frío invierno y alcanzan los 30 grados bajo cero, ir de caza se convierte en una odisea.
Generalmente, Andy encuentra ciervos por los alrededores de su casa, aunque, desde hace un par de años, la zona tiene cada vez más barcos y más turismo y eso ha hecho que estos animales se alejen cada vez más del río.
Bassich va a ir a un lugar que no conoce para hacerse con algún ejemplar y, para él, va a ser un desafío descubrir en qué zonas cazar y cómo hacerlo. Al final, se instalará en una isla, a unos 60 kilómetros de su hogar.
Andy reconoce que para subsistir en Alaska es primordial cazar. "Cazar y pescar es algo esencial de este estilo de vida. Siendo vegetariano no podrías vivir en Alaska", asegura.