Un arma con dos hojas y sin punta para la prueba final
Apareció en Filipinas en el Siglo XVI y su forma sin punta se debe a que era una ordenanza de los españoles para que las hojas se utilizaron solo para cortar vegetación y madera. Para la revolución del s.XIX, los filipinos se adaptaron con y se convirtió en un arma de guerra. Así le ha quedado a nuestros armeros. ¿Habrán superado la prueba final de 'Forjado a fuego'?