Una extraña corriente de lodo recorre el cauce de un río hacia el Canyon Antelope en Arizona. Formado por ramas, barro, piedras y árboles, inunda el cañón de ranura. Atravesar una de estas maravillas de la naturaleza en época de lluvias puede ser una trampa mortal. Sin embargo, gracias a estas corrientes las paredes del cañón son lisas, redondeadas y de colores naranjas, rojos y blancos. David Rankin habitante y guía turístico del cañón, te explica este curioso caso.